Actualmente están
saliendo a la luz muchos casos de pederastia dentro de escuelas y hace tiempo
dentro de la Iglesia pero, desgraciadamente, no son casos aislados sino más
comunes de lo que nos pensamos. El
abusador por norma general es una persona ligada al niño o niña, un profesor,
un familiar, un sacerdote próximo. La víctima puede ser un niño o una niña,
pero el agresor siempre suele ser un hombre.
Puedo constatar que en
los 16 años que trabajo como psicóloga son muchísimos los casos que he visto de
abusos sexuales en la infancia, todos ellos tenían en común que pensaban que
era un caso “raro”, pero si por frecuencia lo tuviéramos que considerar, yo lo
catalogaría como caso demasiado común, sobretodo en personas de más de
cincuenta años.
¿Cómo
lo vive la víctima cuando es adulta?
A menudo la persona que
ha sufrido abusos en la infancia lo olvida, lo aparca durante años, y, una vez
adulta, empieza a recordar pequeñas cosas, hasta que de golpe y porrazo se le
despierta aquel mal recuerdo, Hay casos en que se puede olvidar hasta más de
cuarenta años, pero por norma general se empieza a recordar hacia los veinte o
poco más.
Llegado a este momento
aparece el sentimiento de culpabilidad, es común el sentirse responsable del
abuso, de no haberlo parado en su momento, lo que da la falsa sensación de
consentimiento. Eso se mezcla con el hecho, en muchos casos, de haber
seguido viendo al agresor, comportándose ambos como si nada hubiera ocurrido,
ya que en muchos casos suele ser una familiar directo o allegado a la familia.
La víctima presenta una
autoestima muy baja, un sentimiento de vergüenza constante y una sensación del
tipo “esto sólo me ha podido pasar a mi”. Lo mantiene en un estricto
secretismo, ya que piensa que si alguien lo supiera la vergüenza sería
insoportable. En muchas situaciones estas personas han intentado suicidarse
dentro de episodios depresivos.
¿Porqué
no recuerdan los abusos durante muchos años?
Cuando una situación es
traumática el niño o niña no lo entiende. Vive con la incertidumbre de que no
sabe si está bien o mal, dado que el agresor ya se encarga de que no diga nada a
nadie, ya sea por amenazas o porque lo convence que aquello que le pide o le
hace es normal.
En estos casos, como la
mente no sabe como procesar la información de los recuerdos traumáticos, lo
que hace es esconderlo dentro del inconsciente y con el tiempo olvidarlo.
Cuando la persona es
adulta y está capacitada para poder procesar el recuerdo, empiezan a aparecer
imágenes tipo flash, sensaciones, olores, colores etc., estímulos relacionados
con los abusos. Poco a poco el inconsciente va soltando lo que escondía y la
persona es capaz de recordarlo todo.
Que
tiene que hacer la persona que ha sufrido abusos en su infancia cuando empieza
a recordar.
Primero, no intentar
olvidarlo otra vez, ya que a partir de este momento no podrá. Hablar con personas
de confianza o un especialista, explicar qué le paso, casi todas las personas
piensan que no las van a creer, éste es su principal temor, pero yo no me
encontrado en ni un solo caso en que no se haya creído a la víctima. Se tiene
que hablar abiertamente del tema, es la manera que la emoción negativa se
despega de su recuerdo, y lo que perjudica no es el recuerdo en sí, sino la
emoción que va ligada.
Saber que
esto le ha pasado a mucha gente y que es muy probable que entre la gente que
conoce también hay otra víctima que ha pasado por lo mismo y que también calla
por vergüenza.
Quedarle
claro que ningún niño o niña es culpable, ni provoca los abusos por parte de
adulto, son víctimas de un agresor.
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