sábado, 2 de abril de 2016

Abusos sexuales en la infancia.



Actualmente están saliendo a la luz muchos casos de pederastia dentro de escuelas y hace tiempo dentro de la Iglesia pero, desgraciadamente, no son casos aislados sino más comunes de lo que nos pensamos.  El abusador por norma general es una persona ligada al niño o niña, un profesor, un familiar, un sacerdote próximo. La víctima puede ser un niño o una niña, pero el agresor siempre suele ser un hombre.

Puedo constatar que en los 16 años que trabajo como psicóloga son muchísimos los casos que he visto de abusos sexuales en la infancia, todos ellos tenían en común que pensaban que era un caso “raro”, pero si por frecuencia lo tuviéramos que considerar, yo lo catalogaría como caso demasiado común, sobretodo en personas de más de cincuenta años.

¿Cómo lo vive la víctima cuando es adulta?

A menudo la persona que ha sufrido abusos en la infancia lo olvida, lo aparca durante años, y, una vez adulta, empieza a recordar pequeñas cosas, hasta que de golpe y porrazo se le despierta aquel mal recuerdo, Hay casos en que se puede olvidar hasta más de cuarenta años, pero por norma general se empieza a recordar hacia los veinte o poco más.

Llegado a este momento aparece el sentimiento de culpabilidad, es común el sentirse responsable del abuso, de no haberlo parado en su momento, lo que da la falsa sensación de consentimiento. Eso se mezcla con el hecho, en muchos casos, de haber seguido viendo al agresor, comportándose ambos como si nada hubiera ocurrido, ya que en muchos casos suele ser una familiar directo o allegado a la familia.

La víctima presenta una autoestima muy baja, un sentimiento de vergüenza constante y una sensación del tipo “esto sólo me ha podido pasar a mi”. Lo mantiene en un estricto secretismo, ya que piensa que si alguien lo supiera la vergüenza sería insoportable. En muchas situaciones estas personas han intentado suicidarse dentro de episodios depresivos.

¿Porqué no recuerdan los abusos durante muchos años?

Cuando una situación es traumática el niño o niña no lo entiende. Vive con la incertidumbre de que no sabe si está bien o mal, dado que el agresor ya se encarga de que no diga nada a nadie, ya sea por amenazas o porque lo convence que aquello que le pide o le hace es normal.

En estos casos, como la mente no sabe como procesar la información  de los recuerdos traumáticos, lo que hace es esconderlo dentro del inconsciente y con el tiempo olvidarlo.

Cuando la persona es adulta y está capacitada para poder procesar el recuerdo, empiezan a aparecer imágenes tipo flash, sensaciones, olores, colores etc., estímulos relacionados con los abusos. Poco a poco el inconsciente va soltando lo que escondía y la persona es capaz de recordarlo todo.

Que tiene que hacer la persona que ha sufrido abusos en su infancia cuando empieza a recordar.

Primero, no intentar olvidarlo otra vez, ya que a partir de este momento no podrá. Hablar con personas de confianza o un especialista, explicar qué le paso, casi todas las personas piensan que no las van a creer, éste es su principal temor, pero yo no me encontrado en ni un solo caso en que no se haya creído a la víctima. Se tiene que hablar abiertamente del tema, es la manera que la emoción negativa se despega de su recuerdo, y lo que perjudica no es el recuerdo en sí, sino la emoción que va ligada.

Saber que esto le ha pasado a mucha gente y que es muy probable que entre la gente que conoce también hay otra víctima que ha pasado por lo mismo y que también calla por vergüenza.

Quedarle claro que ningún niño o niña es culpable, ni provoca los abusos por parte de adulto, son víctimas de un agresor.



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