miércoles, 11 de julio de 2018

EQUILIBRA TUS EMOCIONES

Las emociones siempre han sido consideradas nuestra parte más salvaje, más incontrolada y la vez la que nos acerca más a los animales. Las emociones nos desbordan porque nos cuesta mucho poder controlarlas de una forma racional, pero no tiene que ser así forzosamente. Las emociones se pueden canalizar y el que dirige este proceso es el pensamiento.

Si lo comparamos con un río, el agua que fluye serían las emociones y el cauce del río, nuestro pensamiento. Cuando un río presenta un buen cauce (sin manipulaciones externas) y el agua fluye corriente, sin grandes dificultades y de una forma natural, el río ni se desborda ni se estanca.

Tenemos que acostumbrarnos a nuestras emociones sin darles un signo, ni positivo, ni negativo, las emociones son neutras y solo es positivo o negativo el resultado que estas producen.

Un exceso de ira, sería como un exceso de agua en un río, acaba por desbordar dañando todo lo que encuentra por delante. Pero una falta de ira, sería como un río sin agua, no tendría ni la vida, ni el fluir de su energía.

El equilibrio de las emociones se basa en evitar extremos, pero sin negarlas. En dejar que fluyan, pero sin desbordarlas. En usar el pensamiento como conductor y guía, que las permita expresar, pero de forma equilibrada.

A nivel energético se equiparan las emociones a los chakras más básicos, a los colores más cálidos (el rojo se considera un color de ira y de energía); a su vez el pensamiento se equipara a los chakras superiores, a los colores más fríos (el azul se considera un color del intelecto). La energía de los chakras superiores y la de los inferiores, confluyen en el chakra central (el verde, el chakra del corazón) y es el punto dónde ambas energías se transforman en sentimiento, que es la vía de comunicarnos con el Mundo y todo lo que en él se haya.

No es cuestión de controlar las emociones, sino cuestión de domarlas y dejarlas que fluyan sin resistencia pero en equilibrio. En este punto es dónde hallamos la Paz.



martes, 1 de mayo de 2018

NO, siempre es NO.


A  raíz de la sentencia publicada sobre el caso de violación a una chica de dieciocho años por los auto-llamados “la manada” se ha puesto en punto de mira no sólo al estamento judicial en concreto, sino también a la sociedad en general.

No voy a entrar en este escrito sobre lo que me supone como mujer y como conocedora de leyes, el fallo de la sentencia, y en concreto el voto particular de un Magistrado, que, obviando los hechos probados, se limita a resolver como “hombre”.

En lo que sí voy a entrar es, cómo lo ve la sociedad en general. Aunque el rechazo ha sido numeroso, aún faltan muchos hombres que condenen tales actos y no los vean como simple provocación por parte de la chica y que ellos no pueden controlar, por su biología explosiva.

La educación sexual es un tema que debería tratarse de pequeñitos, sin tabúes ni tonterías de otros tiempos.

Pero la educación sexual no sólo consiste en explicarle a una niña lo que no debe hacer, que no debe salir por la noche, que cuidado con los desconocidos, que…. siempre “cuidado” y “más cuidado”.

También se debe educar a los futuros hombres, en el respecto a la mujer, en el control de los impulsos (aunque estén borrachos), en que un sí no explícito, siempre será no y más vale pecar por defecto que por exceso.

Hasta que no cambie la educación de los niños, no cambiará la conducta de los adultos.

Una cosa tan simple como el comentario que he oído miles de veces: una mujer que va con muchos hombres es una puta, pero el hombre que va con muchas mujeres es un macho, muestra la sociedad machista en la que vivimos. No nos extrañemos pues que como machos salvajes se comporten algunos.

Se tiene que reflexionar en qué falla en una sociedad dónde cada día se agreden sexualmente a cuatro mujeres, como si esto fuera una “ruleta china” para cada mujer que va por la calle, que sale por la noche con unos amigos o que tiene al enemigo en casa.

Culpabilizar a la víctima a menudo resulta más fácil que culpar al agresor. Porque detrás del agresor hay unos padres que no lo han sabido educar en el respeto, en una educación sexual sana y consentida. Y también hay unos amigos cómplices que lo vitorean y aplauden y no denuncian cuando lo ven.

Hace falta más compromiso social, más educación sexual y menos machismo. Y sobre todo, en vez de educar a las niñas de lo que no deben hacer, educar a los niños de lo que jamás  deberían hacer.

sábado, 14 de abril de 2018

TALLER COMO ENTENDER Y ACEPTAR NUESTRA MUERTE Y LA DE LOS DEMÁS. 10 de mayo 2018


Este taller va dirigido a personas que tengan miedo a la muerte, que no entiendan el proceso y a curiosos respecto el tema.
 
La muerte aún se contempla en nuestra sociedad, a diferencia de otras, como un tema tabú, sin tener en cuenta que todos nos morimos sí o sí, que forma un proceso natural de nuestra vida, al igual que el nacimiento.

En este taller se tratan los siguientes temas:

- Qué es la muerte y qué es la vida.
- Qué siente y ve una persona cuando se está muriendo.
- Cómo tratar a una persona moribunda. Sus necesidades.
- Cómo se explica este proceso desde la Física.
- Qué son la ECM (Experiencias Cercanas a la Muerte).
- Cómo se vive y siente la muerte de un ser querido (animal o persona).
- Cómo viven la muerte los animales.
- Qué es y como evoluciona un duelo natural y un duelo patológico.
- Cómo entender el concepto de realidades paralelas y las diferentes dimensiones.

En este taller compartiremos nuestras experiencias propias respecto a este proceso y la recogida de información que hemos realizado durante años acerca de las experiencias de otras personas.

Duración: 3h
Precio: 30.-€.

10 de mayo de 2018
17h a 20h
Lugar: Espai Viure Bé de Sant Feliu de Guíxols.
Más info viure-be@hotmail.es / 638621583

sábado, 20 de enero de 2018

Viure Bé: Ante la pérdida de un ser querido... te echo de me...

Viure Bé: Ante la pérdida de un ser querido... te echo de me...: Cuando perdemos a un ser querido, sea humano o animal echamos de menos su ausencia y su presencia física. Nos duele, y nos sentimos m...

Ante la pérdida de un ser querido... te echo de menos, ¿o no?



Cuando perdemos a un ser querido, sea humano o animal echamos de menos su ausencia y su presencia física. Nos duele, y nos sentimos mal ante tal pérdida, pero esto lo podríamos contemplar desde un punto egoísta.

La vida tiene caducidad, en personas y animales, por desgracia en animales la caducidad es más corta, pero todos nos “vamos” algún día…

Cuando el que “se queda eres tú”, aquí viene el problema y el conflicto emocional: Qué prefieres, ¿que siga aquí, con sufrimiento y dolor,… o que se vaya,…. y el sufrimiento y dolor lo tienes tú?.

Cruel dilema, pero por más cruel que suponga, es un dilema que te va a perseguir toda la vida sino lo resuelves antes.

Contemplar la vida como un paso, como un aprendizaje, como un curso, o como quieras….. pero transitorio, con principio y final. Contemplar la vida como un estado, no como un hecho, con la diferencia de que los estados cambian, pero no desaparecen…. puede ayudar a superar estos procesos que, quieras o no, vas a tener que vivir y, de los cuales aprender, como es la situación de la muerte de un ser querido.

Todos nacemos, de la misma manera que todos nos moriremos. En mi opinión, lo más importante no es como se nace ni como se muere, sino como se vive o como se facilita la vida a las almas que nos envuelven.

Y cuando la persona da todo lo que sabe y puede para garantizar una vida digna, feliz y llena a los seres que la envuelven… su vida adquiere sentido y pierde sentido el cómo se “vayan”, ni el tiempo que han permanecido aquí.

La pérdida siempre es dolorosa, pero anterior a la pérdida, a no ser que la muerte sea súbita y no esperada, siempre hay señales que nos ayudan a conciliar entre lo mejor para “ellos” y lo mejor para “nosotros” que a veces no coincidirá por nuestro egosimo a mantenerlos "aquí".

Pero el verdadero altruismo consiste en conceder a los que “se van”  que siempre prevalezca lo mejor para ellos, aunque esto comporte una pena para los que “nos quedamos”.

Llegará un día en que los objetivos sean diferentes, y, cuando seamos nosotros los que “nos vamos”, esperaríamos lo mismo de los que “se quedan”.

(Dedicado a mi querida gata Pity, mi amor, mi vida y una de las almas más importantes de mi estancia en este estado que llamamos Vida)