martes, 29 de noviembre de 2016

Fábula con moraleja: La ranita sorda

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo.

Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron cuán hondo era, dijeron a las dos ranas que estaban en el fondo, que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles. 

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.

La multitud de ranas le gritaba que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltaba cada vez con más fuerza hasta que finalmente saltó fuera del hoyo.

Cuando salió, las otras ranas le preguntaron:

– ¿No escuchaste lo que te decíamos?

La rana les explicó que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más para salir de allí.

Moraleja: La palabras tienen mucho poder. Si éstas no van a servir para animar, brinda a los demás un bonito silencio.

 

Fábulas con moraleja: El tren de la vida.

La vida se asemeja a un viaje en tren. Con sus estaciones y cambios de vía, algunos accidentes, sorpresas agradables en algunos casos, y profundas tristezas en otros.

Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, creemos que siempre viajarán a nuestro lado…  Pero en alguna estación ellos se bajarán dejándonos seguir el viaje, de pronto nos encontraremos sin su compañía y su amor irreemplazable.

No obstante, muchas otras personas que nos serán muy especiales y significativas, se irán subiendo al tren de nuestra vida…  Nuestros hermanos, amigos y en algún momento, el amor de nuestra vida…

Algunos tomarán el tren, para realizar un simple paseo. Otros durante su viaje pasarán por momentos de oscuridad y tristeza. Y siempre encontraremos quienes estén dispuestos ayudar a los más necesitados…

Muchos al bajar, dejan un vacío permanente, otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que ya no ocupan sus asientos.

Es curioso ver como algunos pasajeros, aún los seres queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro.  Durante todo el trayecto están separados, sin que exista ninguna comunicación.

Pero en realidad, nada nos impide que nos acerquemos a ellos si existe buena voluntad de nuestra parte, de lo contrario, puede ser tarde y encontraremos a otra persona en su lugar.

El viaje continúa, lleno de desafíos, sueños, fantasías, alegrías, tristezas, esperas y despedidas…

Tratemos de tener una buena relación con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo mejor que tengan para ofrecer. En algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos, pero recordemos que nosotros también, muchas veces, titubeamos y necesitamos a alguien que nos comprenda.

El gran misterio para todos, es que no sabremos jamás en qué estación nos toca bajar. Como tampoco dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a nuestro lado.

A veces pienso en el momento en el que me toque bajar del tren. ¿Sentiré nostalgia, temor, alegría, angustia…?  Separarme de los amigos que hice en el viaje, será doloroso y dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que en algún momento, tendré la gran emoción de verlos llegar a la estación principal con un equipaje que no tenían cuando iniciaron su viaje.

Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré para que ellos crecieran y permanecieran en este tren hasta la estación final.

Amigos…hagamos que nuestro viaje en este tren tenga significado, que haya valido la pena.

“Vivamos de manera que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje bonitos recuerdos a los que continúan viajando en el Tren de la Vida”

                                                       ¡FELIZ VIAJE!

Fábulas con moraleja: El Samurai

Hace mucho mucho tiempo, en el lejano oriente, y más concretamente en Japón, vivía cerca de Tokio un respetado samurai, que había llegado ya a anciano, tras innumerables batallas ganadas con honor.

Su tiempo de guerrero en el campo de batalla había pasado, y ahora, este sabio samurai, se dedicaba a impartir sus enseñanzas a los más jóvenes, pese a que se seguía creyendo la leyenda de que era capaz de derrotar a cualquier adversario, por muy temido que fuese.

Una tarde de verano, apareció cerca de su casa un guerrero conocido por sus malas artes y poca caballerosidad. Le conocían por ser provocador y no tener el mínimo escrúpulo. Le gustaba molestar a su adversario, hasta que éste, movido por la ira, realizara un movimiento, lo que utilizaba para atacar por sorpresa. Cuentan que jamás había sido derrotado. Y esa tarde quiso probarlo con el anciano samurai para hacer más grande su fama.

A pesar de la oposición de los estudiantes, el sabio samurai aceptó el desafío, y la contienda comenzó. El guerrero, fiel a sus malas artes, empezó a insultar al sabio samurai, llegando a tirarle piedras e incluso escupirle en la cara, además de gritarle todo tipo de insultos e improperios dirigidos contra él pero también contra sus ancestros.

Así se sucedieron los minutos y las horas, sin respuesta alguna del sabio samurai, que permanecía impasible. Pasada la tarde, ya exhausto y ciertamente humillado, el irreverente guerrero se dio por vencido y se fue.

Los aprendices de samurai, indignados por los insultos que había recibido el maestro y a los que no había combatido, le preguntaron:

– Maestro, ¿cómo habéis podido soportar toda esta indignidad? ¿Por qué no blandísteis vuestra espada aunque supieras que ibas a perder la lucha, en vez de ser cobarde delante nuestro?– preguntaron.

A lo que el maestro les cuestionó:

 – Si alguien llega con un presente y no lo aceptáis, ¿a quién pertenece el regalo?– les inquirió.
– ¡A quien lo vino a entregar!- Respondió un alumno.
– Pues lo mismo vale para la rabia, los insultos y la envidia… – Respondió el maestro samurai – …Cuando no son aceptados. Siguen perteneciendo a quien los llevaba consigo.

lunes, 21 de noviembre de 2016

¿Es correcto decir siempre la verdad?



Según muchas personas, lo correcto sería decir siempre la verdad, incluso hay personas que se ven incapaces de “soltar” una mentira. Discrepo en este asunto.

Una cosa sería el mentiroso compulsivo, el que miente en todo, que acaba confundiendo la verdad con la mentira.

En el lado opuesto, y también en un extremo, está aquella persona que es incapaz de mentir y ante todo dice la verdad.

Como ya he dicho en muchos escritos, los extremos no son buenos, estén el polo que estén, y a más son inadaptativos al 100%.

Imagina que no quieres ir a un sitio, a una cena o a un compromiso, y con la verdad por delante, mostrando toda tu sinceridad, lo dices: No vengo, porque no me apetece. Felicidades!!!, has ido con la verdad por delante, pero a lo mejor tienes a alguien ofendido.

Imagina la misma situación, y con la mentira o excusa, contestas: No puedo. Mentira!!! poder, sí que puedes, pero no quieres ir.

Imagina la misma situación. Te tragas la verdad y la mentira y vas contra tu voluntad. ¿Te molesta, eh?, pero te tienes que callar porque eres tu quien ha escogido hacer una cosa contra tu voluntad.

Si en estos temas, en vez de llamar mentira, lo llamas excusa, te va a ser más fácil. Una excusa, como a tal, no tiene porque ser verdad, por eso se le llama excusa.

El término mentira va muy ligado a la religión católica, que la ha endemoniado, cual pecado capital se tratara.

El que miente para obtener beneficio propio, se está comportando mal, pero el que miente para evitar un conflicto o evitar un malestar ajeno, se está comportando bien, a pesar de que miente.

Para acabar, otro ejemplo: Te encuentras por la calle a alguien que conoces y te pregunta ¿cómo me ves?. Resulta que no está en su mejor momento y tú, con la verdad por delante, con sinceridad, le recuerdas que no es su mejor momento. Has dicho la verdad, sí, pero ésta ¿ha servido de algo?.....

Antes de poner en tela de juicio la mentira como negativo y la verdad como positivo, valora su resultado.


viernes, 18 de noviembre de 2016

Vitamina D. La importancia de la vitamina del sol.



La vitamina D, también llamada vitamina 25 (OH) D, a diferencia de otras vitaminas también es una hormona. Y eso, ¿qué significa? Que, como hormona interactúa con múltiples sistemas del cuerpo.

La vitamina D la sintetiza nuestro cuerpo a través de la exposición a la luz solar, por ese motivo disminuye en invierno mostrando sus valores más bajos.

Esta vitamina es la responsable de la absorción de calcio por parte de los huesos, evitando la osteoporosis. También tiene efectos anti-cancerígenos ya que actúa sobre el sistema inmunológico. En concreto, promueve la muerte de las células cancerosas (apoptosis) e inhibe el crecimiento de los vasos sanguíneos que alimentan los tumores (angiogénesis). También actúa sobre la insulina en procesos diabéticos. Y es de vital importancia para el corazón y la plasticidad de los vasos sanguíneos, evitando su calcificación. 

Últimamente se la ha relacionado con dolores osteomusculares, fibromialgia y fatiga crónica.

¿Qué hacer cuando aparecen valores bajos de vitamina D?

La principal forma de producción por parte del organismo es la exposición a los rayos solares. Cabe tener en cuenta que las pieles más morenas y el uso de cremas solares, disminuye su producción. También es importante tener en cuenta la obesidad, al ser una vitamina liposoluble, a mayor nivel de grasa, se necesita un mayor aporte.

Otra forma sería su incorporación en dieta. Existen elementos ricos en esta vitamina como: aceite de hígado de bacalao, atún o sardinas envasadas en aceite, pescado graso crudo (el usado en el sushi), queso, yema de huevo, leche y zumo de naranja. También la podemos encontrar en algunos cereales para el desayuno (comprobar en el envase que la contenga), ostras, caviar, y tofu.

La tercera forma sería a través de un suplemento vitamínico. En este caso cabe tener en cuenta que debe acompañarse de vitamina K 2. Esta vitamina ayuda a mover el calcio de forma adecuada, eliminándolo de las zonas donde no debe estar (arterias y tejidos blandos), conduciéndolo hacia las zonas dónde sí debe estar (huesos y dientes).

¿Qué es la vitamina K 2?

También llamada menaquinona. Esta vitamina es producida por bacterias que se encuentran en el tracto intestinal. Cualquier patología que afecte este sistema disminuye su producción.

La podemos encontrar en: huevos, mantequilla, lácteos, vegetales fermentados, quesos (no todos, solos lo que contengan la bacteria que la produce, por ejemplo el Gouda o el Brie).

El tipo de vida “encerrada” que llevamos, de la casa al trabajo, del trabajo al gimnasio o cualquier actividad dentro de un local, desplazándonos con el coche….. disminuye nuestra exposición a los rayos solares. Esto es importante en otoño e invierno, cuando las horas de sol son menores y el cambio horario tampoco ayuda.

Es en esta época cuando pueden aparecer síntomas de un déficit de vitamina D, como podría ser cansancio y dolores musculares, entre los más leves.

¿Cómo se mide?

A través de una simple analítica. Ahora se está comenzando a realizar en las analíticas rutinarias vista su importancia, pero no está de más si te tienes que realizar una analítica para “lo que sea”, solicitar que se marque este valor, a sabiendas que en otoño e invierno su valor se verá reducido en comparación al verano y a la máxima exposición solar.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

La victoria de Donald Trump. Una perspectiva psicológica.


 
Hoy hemos despertado con la inesperada noticia de que un señor llamado Donald Trump, xenófobo, misógeno, agresivo de conducta y sin ningún atributo intelectual, gana las elecciones de un país que tiene mucha influencia en todo el planeta.

Cómo explicarnos que una mujer mexicana, como salió en las noticias, defendía a ultranza a ese señor en la construcción de un muro anti-emigración de su pueblo.

Ese personaje, porque es un personaje televisivo, ha conseguido convencer de lo inconvencible a millones de personas para que votaran en contra de sus intereses. A eso se le llama manipulación de masas.

Con la verdad por delante no se llega a ningún lado, incluso con los ideales por delante, tampoco. Se necesita “descuadrar” a la gente, ahora te digo blanco y ahora te digo negro, mientras están pensando qué dice, les enchufan la información que desean oír. En el caso de EEUU que su nación es la mejor, que la unión hace la fuerza, como si de un ejército se tratara.

Buena jugada psicológica la del payaso Trump y sus asesores. Consigue atraer la atención, aunque sea en negativo, ataca a su rival con golpes bajos saltándose las formas socialmente aceptables, y así gana.

El cargo le viene grande, como se va a ver próximamente. Ha sido declarado presidente y su discurso ya no es guerrillero ni ofensivo, ha perdido su papel de atacante y ahora el punto de mira es él, cosa que le incomoda más.  

Respecto a la gente que lo han votado, es el claro de ejemplo de manipulación de masas, que aborregados, acaban defendiendo lo que siempre habían criticado.

La política no deja de ser un juego de rol actual o los antiguos juegos de mesa que tanto me encantaban hace años, como el Stratego o el Risk.

Gana el mejor jugador, no el mejor político. Así va el mundo.