miércoles, 22 de junio de 2016

El bullying escolar: Los ojos son siempre el espejo del alma....



Lo más importante en la psicología no son las técnicas que se enseñan en la universidad, ni los métodos para aplicar, ni los manuales, ni nada de eso. Lo más importante es saber interpretar una cosa tan simple como la mirada.

Se ha dicho siempre que los ojos son el espejo del alma, pero en verdad lo son si los sabes interpretar. La conducta se puede manipular, así como los gestos, te puedes mostrar de forma exterior como tú quieras, pero hay una sola cosa que jamás se puede manipular y, esa es la mirada.

Cuando una persona lo está pasando mal se reconoce por como tiene su mirada: la falta de brillo, la excesiva relajación ocular,  la pupila dilatada, el movimiento esquivo, el bajar la mirada … son signos de que algo no va bien.

Hoy viendo un programa en Cuatro sobre bullying escolar, alguien me ha preguntado, ¿cómo se detecta?.  En estos casos es difícil la detección, ya que al revés de casos de abusos sexuales, en los cuales se muestran conductas para llamar la atención, en estos caos la víctimas usan la técnica del caracol.

¿Qué es la técnica del caracol? Esconderse en su caparazón y mostrar solo los ojos. La única pista que va a dar un pequeño que sufre bullying van a ser sus ojos, y saber interpretarlos es lo más importante para su positiva evolución.

Interpretar una mirada no es difícil, es más, es muy fácil. Solo requiere unos segundos o minutos, cualquiera puede hacerlo sin entreno y sin formación; y más cuando hay vínculos familiares por medio.

Antes que interrogar a un menor para ver qué le pasa, es mucho mejor no decir nada, mirarlo a los ojos e interpretar como se siente. Solo a partir de ahí se le va poder entrar en este tema tan extenso y desconocido como es el bullying escolar que tanto daño causa a los menores de hoy en día.

Otro tema consistiría en educar a los hijos a defender estas causas, porque no solo son culpable los que acosan, tambien los que lo consienten. Educar a los hijos a no consentir estas conductas, que suelen ser provocadas por pocos, evita a que éstas se produzcan. El reproche y la indiferencia ante estas conductas hace que el maltratador deje de hacerlo si no siente una recompensa pública por ello. 

Porque cualquier menor puede que pase por ello, y porque este menor a lo mejor será un hijo tuyo, vale más prevenir que tratar. Todo niño puede ser un maltratador o un maltratado, la cuestión es simplemente aleatoria, Pero si no exiten maltratadores, no existen maltratados, y eso es educacional.

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