Un informe de Influence
Central de mayo de 2016 muestra datos muy significativos respecto a la
evolución digital y los niños. Lo más destacado es:
1.- La edad media para
que un niño tenga su primer Smartphone es de 10,3 años.
2.- El uso de tablets
ha aumentado de un 26% al 55% y el de Smartphone del 39% al 45% desde 2012.
3.- El 64% de los niños
tinen acceso a Internet a través de su propio ordenador portátil o tablet. (42% en el 2012).
4.- El 39% de los niños
de 11 años tienen una cuenta en una o varia redes sociales. Un 11% menores de
10 años.
5.- En el 2012 un 85% de
los niños accedían a Internet desde una habitación compartida con la familia.
Se ha reducido al 76% que significa que un 24% de los niños tienen un acceso
privado en sus habitaciones (15% al
2012).
Se está creando una
generación de niños socialmente digitalizados, pero incapaces de mantener un
contacto social físico.
La interacción social
consiste en más que palabras o símbolos que se puedan escribir con un móvil,
ordenador o tablet. La comunicación, más allá de los símbolos y palabras
comporta un lenguaje verbal muy importante, que es insustituible por la
tecnología.
Dejar a los más
pequeños que se comuniquen digitalmente los va a aislar de la sociedad. No es
cuestión de privarles de la tecnología que les toca vivir, pero sí de que
aprendan de sus beneficios y sus perjuicios.
Si no queremos que
nuestros pequeños acaben como ordenadores con patas o robotizados, aislados del
mundo social real, con el que tendrán que lidiar cuando sean adultos, es mejor
prevenir que curar.
La tecnología nos ayuda
y nos comunica a nivel mundial, pero siempre con moderación.
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