martes, 30 de agosto de 2016

El exceso de medicación y sus consecuencias.



Ahora contaré un caso real que me encontré en el despacho. Un chico de veintisiete años que acudió al médico de cabecera porque había tenido unos problemas poco graves, pero se sentía ansioso. Le recetaron un ansiolítico.

Pero esto le impedía trabajar al cien por cien, ya que conseguir la dosis perfecta para cada cuerpo es complicado. En vez de reducir la dosis, otro “iluminado” para contrarrestar los efectos del ansiolítico, le recetó un antidepresivo para ver si entre los dos compensaban el estado y lo mantenían “equilibrado” a nivel emocional y físico.

Pero resulta que para hallar este equilibrio químico, se necesita tiempo y paciencia, cosa que a veces no tienen ni los pacientes ni los facultativos.

El desequilibrio causado entre los dos psicofármacos, le provocaron IMPOTENCIA SEXUAL, con 27 años. Pero lejos de intentar resolver el problema, el sexólogo le recetó Viagra, CON 27 AÑITOS.

Cuando acudió a la consulta con tal “marrón”, ya que no encuentro otra forma de definir semejante barbaridad, fue tan simple como. Primero retirar de golpe la Viagra. Segundo ir reduciendo paulatinamente las dosis de antidepresivo y ansiolítico. Tercero combatir la ansiedad con deporte “quemar adrenalina y punto”.

En poco tiempo, no tenía ansiedad, ni problemas sexuales.

Si la última opción hubiera sido la primera, no tendría que haber pasado por semejante penitencia. Ahora, eso sí, las empresas farmacéuticas no hubieran detectado ni un ingreso extra por sus recetas.

La medicación que sea siempre la justa y necesaria. Una infección bacteriológica requiere un antibiótico, una gripe vírica no requiere nada y la impotencia a partir de una edad requiere Viagra.

Eso de intentar evitar un efecto que no se está produciendo, como tomar un analgésico porque, como he oído muchas veces: “me parece que dentro de un rato me va a doler la cabeza”. Tomar un relajante muscular para evitar un dolor que, como buen síntoma, evitará que realices movimientos que pasarán  de que tu esguince fibrilar se convierta en  rotura (porque como no duele, el movimiento se lleva a cabo).

El dolor en una zona, el síntoma, sea cual sea éste, señala un problema. Lo mejor es tratarlo y no enmascáralo con medicación, ya que luego se complica.



No hay comentarios:

Publicar un comentario