Ahora contaré un caso
real que me encontré en el despacho. Un chico de veintisiete años que acudió al
médico de cabecera porque había tenido unos problemas poco graves, pero se
sentía ansioso. Le recetaron un ansiolítico.
Pero esto le impedía
trabajar al cien por cien, ya que conseguir la dosis perfecta para cada cuerpo
es complicado. En vez de reducir la dosis, otro “iluminado” para contrarrestar
los efectos del ansiolítico, le recetó un antidepresivo para ver si entre los
dos compensaban el estado y lo mantenían “equilibrado” a nivel emocional y
físico.
Pero resulta que para hallar
este equilibrio químico, se necesita tiempo y paciencia, cosa que a veces no
tienen ni los pacientes ni los facultativos.
El desequilibrio
causado entre los dos psicofármacos, le provocaron IMPOTENCIA SEXUAL, con 27
años. Pero lejos de intentar resolver el problema, el sexólogo le recetó
Viagra, CON 27 AÑITOS.
Cuando acudió a la
consulta con tal “marrón”, ya que no encuentro otra forma de definir semejante
barbaridad, fue tan simple como. Primero retirar de golpe la Viagra. Segundo ir
reduciendo paulatinamente las dosis de antidepresivo y ansiolítico. Tercero
combatir la ansiedad con deporte “quemar adrenalina y punto”.
En poco tiempo, no
tenía ansiedad, ni problemas sexuales.
Si la última opción
hubiera sido la primera, no tendría que haber pasado por semejante penitencia.
Ahora, eso sí, las empresas farmacéuticas no hubieran detectado ni un ingreso
extra por sus recetas.
La medicación que sea
siempre la justa y necesaria. Una infección bacteriológica requiere un
antibiótico, una gripe vírica no requiere nada y la impotencia a partir de una
edad requiere Viagra.
Eso de intentar evitar
un efecto que no se está produciendo, como tomar un analgésico porque, como he
oído muchas veces: “me parece que dentro de un rato me va a doler la cabeza”.
Tomar un relajante muscular para evitar un dolor que, como buen síntoma,
evitará que realices movimientos que pasarán de que tu esguince fibrilar se convierta en rotura (porque como no duele, el movimiento se
lleva a cabo).
El dolor en una zona,
el síntoma, sea cual sea éste, señala un problema. Lo mejor es tratarlo y no enmascáralo
con medicación, ya que luego se complica.