sábado, 6 de abril de 2019

La doble moraleja de los cerdos.


Estaba un conductor en una carretera de mediana velocidad conduciendo su coche. De repente, vino otro coche en sentido contrario cuyo conductor haciendo señales raras y asustadizas, le dijo varias palabras por la ventanilla, pero que no se entendieron todas, la que mejor se percibió fue: cerdos.

Entonces, los que iban en el coche sintieron que habían sido ofendidos, e inclusive querían perseguirlos para pedirles explicaciones. Pero, se calmaron un poco y siguieron con su camino, eso sí molestos, diciendo que el mundo estaba totalmente agresivo, e incluso aumentaron la velocidad por la ira que sentían. 

A los pocos kilómetros de recorrido se encontraron con centenares de cerdos salvajes que estaba atacando a todos los coches en la carretera, por lo que tuvieron que retroceder y a duras penas escaparon del peligro.


Primera moraleja: No te enojes si no estás seguro que fuiste agredido, averigua más y mejor.
 
Segunda moraleja: Nunca ayudes de manera incompleta. Si no vas a ayudar completamente, mejor no lo hagas.


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